Las Terapias Contextuales o de Tercera Generación están suponiendo una revolución en el campo de la psicología dentro del ámbito de la terapia de conducta. La cualidad común de estas terapias es que están centradas en el aprendizaje de nuevas habilidades dirigidas a aceptar lo que no se puede cambiar y a cambiar lo que es susceptible de cambio, y orientadas a la consecución de metas vitales. Entre estas la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es la más completa, la que mayor evidencia empírica acumula y la más versátil en cuanto a su aplicación a diferentes problemas psicológicos.